Muy buenos días queridos amigos ;)
Ya instalados de nuevo en casa y preparándonos para las fiestas decembrinas sin perder de vista nuestra misión y profesionalismo en el negocio.
Voy a hacer un artículo corto porque honestamente llegué muy cansado del viaje matador, donde prácticamente todo nuestro trayecto fue en viajes nocturnos y son agotadores.
Bueno lo que deseo traer a colación el día de hoy es la importancia de no perdemos en estos días, donde todo mundo dice que los momentos se prestan para la distracción, el ocio y la pachanga, pero curiosamente en estos mismos dias hay quienes están enfocando sus esfuerzos pensando al revés.
Los comerciantes y empresarios que saben bien como en estos tiempos hay más dinero circulante, hay un espíritu de "Dar", y mucha gente compra regalos o detalles para compartir con sus seres amados.
Por eso los comerciantes abren más temprano y cierran más tarde, ponen promociones para atraer nuevos clientes, hacen ofertas y premios para agradecer la preferencia de sus clientes, y así podríamos citar muchas características que tiene la gente con mentalidad de empresario.
Por el contrario aquellos con mentalidad de empleado, están pensando en los días de asueto: "qué les van a regalar, a qué hora los van a dejar salir, cuándo es la posada, quién los va a invitar a cenar o a tomar, el sabor del platillo preferido y comer en abundancia, el recalentado del día siguiente?", y la mayoría pensando: "ahora me divierto y veremos que pasa en enero".
Curiosamente a los primero les va bien y los segundos inician siempre el año con lamentaciones y quejas, volviendo hacer promesas de esas que solamente sostienen una semana y luego las olvidan o buscando a un culpable para que "se las pague".
¿De cuales éramos nosotros?
Honestamente de los perdedores de tiempo, pero aprendimos a desarrollar la mentalidad de empresario y a valorar el tiempo así como las oportunidades.
Recuerdo con mucho cariño y nostalgia aquellos días de nuestro inicio en Cd. Obregón que aunque fuéramos pocos los que acudíamos, solamente parábamos de trabajar los días 25 y Primero de año, poniendo la muestra a los demás de entrega y pasión. Muchos nos criticaron y se reían, pero ahora ellos viven de empleados y a nosotros nos cambió la vida.
Ahora podemos disfrutar del tiempo sin esperar que nos den un día libre o nos paguen una posada.
Pagamos el precio para ahora disfrutar el tiempo.
¿Y tú?
¿Qué vas a hacer tu ahora?
Como decía Jim Rohn:
"¿Pagarás el precio de la disciplina o el precio del arrepentimiento?"